La mente se desarrolla en un
mundo lleno de espejos, que son aquellas personas que nos rodean.
Las personas más cercanas son las que mejor nos
pueden reflejar, y sin embargo a veces nos vemos en personas desconocidas con
las que nos cruzamos, en personajes de ficción o de leyendas, en la letra de
una canción, en los personajes públicos…en resumen, la mente se conoce a sí
misma porque existen “los otros”.
El cerebro es un órgano social. Como explica
claramente Daniel J. Siegel en su libro
Mindsight, las relaciones no son un
lujo sino un nutriente esencial para nuestra mente.
Cuando un niño o una
adolescente observa la cara de sus padres, de su tía, o de su maestro, sus
circuitos de resonancia neuronal buscan “verse” en la cara del otro. En ese
reflejo está la respuesta más codiciada por el ser humano: tener una sensación
clara de quiénes somos.
Las personas que han
crecido con un apego inseguro son aquellas que tenían figuras de referencia que
representaban espejos “empañados” o “distorsionados” por sus propias
preocupaciones o estados internos.
Siegel ha dedicado muchos años a investigar el apego, la
memoria y las narraciones autobiográficas de las personas. Y su conclusión es
clara, la comprensión de nuestra historia vital es esencial para el bienestar y
la felicidad. ¿Cómo alcanzar esta
comprensión?
Lo que los budistas estudian desde hace siglos, la neurobiología lo está demostrando en
las últimas décadas. El Dalai Lama, en su libro El
Universo en un solo átomo, cuenta que hace años fue invitado a presenciar
una operación de cerebro, tras la cual le preguntó al neurocientífico: “parece
obvio que las alteraciones del cerebro producen muchas de nuestras experiencias
subjetivas, como la percepción y la sensación. ¿Podemos invertir este proceso
causativo? ¿Podemos postular que el pensamiento puede efectuar cambios en el
cerebro?”. El científico le dijo que eso no era posible.
Hoy sabemos que ejercitar
la atención, el ejercicio aeróbico, la novedad y la excitación o arousal
aumentan la plasticidad cerebral durante toda la vida. Se producen cambios
físicos en la estructura y funcionamiento del cerebro. Por tanto aquello a lo
que le prestas tu atención y tiempo no es neutral. Está incidiendo en ti y en
el espejo que tú eres.
Para alcanzar esta
comprensión y una narración vital coherente, es necesario:
- Aprender a ser conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos sin ser arrastrados por ellos, es lo que llama mindsight. Esto se relaciona con un funcionamiento del cerebro más integrado e inter-conectado.
- Desarrollar una “seguridad merecida”, que es aquella que consiguen las personas que han tenido una historia de apego inseguro, superado posteriormente gracias a la reflexión sobre su vida en el marco de una relación segura.
Bibliografía recomendada:
Siegel, D. Mindsight,
Wooowww, pero qué nivel tenéis! Muy interesante!
ResponderEliminarGracias Lorena!!!!!
EliminarIntreresantísimo; más viéndolo con un ejemplo tan claro como referencia.
ResponderEliminarGracias DVV!!! los ejemplos son importantes!!!
Eliminar